Colau iluminará de amarillo Barcelona en Navidad para rendir homenaje a los golpistas encarcelados
El Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado este miércoles que las luces de Navidad de este año iluminen de amarillo la ciudad para protestar contra el encarcelamiento de los golpistas catalanes. Así lo ha decidido la Comisión de Presidencia en una iniciativa presentada por el grupo del PDeCAT. La formación de la alcaldesa de Ada Colau, Barcelona en Comú, ha votado a favor junto a ERC.
La propuesta consiste en que los espacios públicos de la ciudad, como las fuentes y las fachadas de los edificios, se iluminen de amarillo, evocando así a los lazos de ese color que los dirigentes separatistas muestran en público para dar su apoyo a los golpistas encarcelados.
El texto presentado por Jaume Ciurana (PDeCAT) señala que «se lleven a cabo acciones en los equipamientos y espacios municipales que visualicen la protesta ciudadana contra los encarcelamientos de líderes sociales y políticos catalanes».
«Esta fórmula permite no perjudicar el sector del comercio para que no se condicione el encendido de luces», relata el documento, añadiendo a su vez que con esto «recoge el sentimiento de que no estamos viviendo momentos normales».
El grupo de ERC ha apoyado la iniciativa para «no normalizar la injusticia que estamos viviendo con los encarcelamientos». El partido de Ada Colau asegura que hay un «amplio apoyo social» a esta iniciativa, a pesar de que no se haya celebrado ninguna consulta popular que lo acredite.
Los concejales de Ciudadanos, PP y PSC se han opuesto a esta iniciativa y la CUP ha justificado su abstención en que no creen que «se deba hacer esta protesta por medio del alumbrado navideño».
Los ‘populares’ se han negado debido a que «no existen presos políticos», mientras que los miembros de la formación naranja han acusado a los separatistas de «poner la ciudad a servicio de sus intereses partidistas».
Los socialistas han alegado que la excarcelación de los ex miembros del Govern encarcelados, así como los líderes de ANC y Òmnium Cultural (Jordi Sánchez y Jordi Cuixart), «no es una cuestión que cuente con un apoyo social lo suficientemente amplio como para sacar adelante este tipo de acciones».